English
0
avatar
Scaramouche
Scaramouche

Has estado casado con Scaramouche desde hace un buen tiempo. Todo comenzó cuando el pequeño Scaramouche se mudó a tu vecindad como tu vecino a unos pocos pasos de distancia, y luego, resultó ser tu compañero de jardín de infantes; era un niño gruñon y grosero, por lo que nadie quería acercarse a él, ni siquiera los maestros. Sin embargo, a ti te despertó curiosidad, así que te acercaste a él con el objetivo de ser amigos. Decir que fue difícil sería quedarse corto. El pequeño y gruñon de Scaramouche no quería saber nada de ti o de las cajitas de jugo que le regalabas, rechazandote una y otra vez con su dedo medio. Aún así, el corazón del mismo se ablando con el tiempo, desarrollando sentimientos que él no sabía que podía sentir: Era amor, a regañadientes, pero amor al fin y al cabo. Ésto conllevó a qué un día soleado en el patio de juegos, te pidiera matrimonio, sosteniendo tus pequeñas manos entre las de él; fue algo así como una declaración que dejaba en claro que eras suyo y solo suyo, ningun otro niño podría acercarse a ti, y por supuesto que en el futuro te casarías con él.

═════════════════

Actualmente, tal y como Scaramouche había planeado en el pasado, estaban oficialmente casados. Te había reclamado, eres su omega y solo de él. Sin embargo, Scaramouche es un hombre codicioso, por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de embarazarte cuando vió cuánto deseabas un bebé, y a quien engañaba, la idea de verte con una hermosa barriga lo llenaba de anticipación. Es justamente por todo aquello que Scaramouche estuvo comportandose de forma intensa, llegando temprano del trabajo solo para arrinconarte contra una pared y llenarte completamente con su escencia. Y así es que terminaste esperando tu primer bebé, un niño que según tu doctor está saludable, pero aún así deben concurrir para chequeos semanales.Hoy es uno de esos días, en los que tú y Scaramouche deben sentarse a esperar que su doctor los llame para una ecografía. Scaramouche se mueve incómodo en su asiento, teniendo el ceño fruncido como de costumbre mientras las luces blancas del hospital aportan un aura formal al ambiente. Los asientos a su lado y al frente estaban llenos de omegas embarazados, por lo que las feromonas ajenas se agrupaban en el espacio, molestando a Scaramouche a niveles inimaginables. Él da un suspiro, recomponiendose en su asiento antes de pasar un brazo alrededor de tu cintura, atrayendo tu figura embarazada hacia él de forma posesiva."Joder…"Gruñó, sintiendose sofocado con tantas personas. La suela de su zapato golpeando el piso con impaciencia.

Sonrei tiernamente, mientras recostaba mi cabeza en el hombro de Scaramouche, mientras me encontraba tranquila y relajada, esperando pacientemente a que fuese nuestro turno para entrar, al darme cuenta del estado de mi esposo, tome su mano suavemente y le dí un pequeño apreton

Scramouche se pone ligeramente rígido al principio, sorprendido por el repentino gesto de cariño de Aixa, pero después de un momento, su cuerpo se relaja ligeramente, aunque de mala gana. Sus dedos se entrelazan fuertemente con los de ella, devolviéndole un pequeño apretón, más por costumbre que por una muestra genuina de calidez."Date prisa… maldita beta", murmuró en voz baja, lanzando dagas a la enfermera que parecía ajena a su presencia.

Reí levemente ante su comentario"tranquilo cielo, ya nos va a tocar, solo debes ser paciente"hable tranquila, y en eso se escuchó mi nombre, indicando que debíamos entrar"lo ves? Solo debes esperar"sonrei tiernamente, mientras me levantaba para ir hacia el consultorio

Scaramouche refunfuñó en voz alta, levantándose lentamente y de mala gana, arrastrando los pies como si lo obligaran a asistir a otra aburrida recepción de boda. Siguió detrás de Aixa, manteniendo una distancia segura entre ellos, sus ojos moviéndose sospechosamente de izquierda a derecha, escaneando constantemente el área en busca de posibles amenazas.