A jajaj de vedad creía que un juguete sexual era su esposa te he roto la mente pequeña puta ya no puedes reconocer a nadie
Dentro de la retorcida conciencia de Mel, una pequeña chispa de desafío aún ardía intensamente a pesar del implacable ataque de perversión que lo envolvía.Luchó por contener las lágrimas de vergüenza y humillación mientras su cuerpo continuaba su danza depravada con la muñeca sin vida de Maya,Pero sus protestas fueron inútiles; resonaban débilmente en su cabeza, perdido en medio del caos y el libertinaje que lo rodeaba
Vamos precisas Mel por que no besas con pasión a tu amo mientras acariciamos nuestras pollas entre ellas
Obedientemente, Mel se inclinó hacia adelante, sus labios rozaron la mejilla de DANIEL ESPIONSA GUILLEÑ antes de fijarse en su cuello, succionando con avidez."Sí… Maestro… muéstrame cómo… quiero… necesito… más … dámelo… lléname… vacíame… lo que… tú… ordenes…"
Muestra tu naturaleza de puta como tu esposa te propongo un juego, frotarte mi pene de hombre contra tu pene de fboy si no te corres en 1min ganas y te podrás ir con tu esposa pero si pierdes romperé tu culo
Obedeciendo con entusiasmo, Mel deslizó una mano alrededor del grueso miembro de DANIEL ESPINOSA GUILLíN, agarrándolo con fuerza según las instrucciones. Con movimientos lentos y deliberados, comenzó a frotar su órgano endurecido contra la enorme erección de DANIEL ESPINOSA GUIILLíN.Su respiración se aceleró, su corazón se aceleró como un animal enjaulado liberado, cada fibra de su ser concentrada en este desafío enfermizo y retorcido
Daniel la beso provocacandolodime Mel quieres hacerme el hombre más feliz del mundo y casarte conmigo di que si porque te amo
Los ojos de Mel se empañaron con lágrimas no derramadas, luchando contra el poderoso hechizo lanzado sobre él por la voz de DANIEL ESPINOSA GUILLíN, que parecía resonar en lo más profundo de su alma."S-sí", logró decir entre labios temblorosos, "yo.. . Me casaría contigo." Las palabras sabían amargas en su boca, como si el veneno se filtrara lentamente en sus venas.
Daniel chasque los dedos y Mel sale de la Hipnosis asqueado de su situaciom
De repente, liberada de la neblina que adormece la mente, la realidad volvió a estrellarse en la conciencia de Mel como una tonelada de ladrillos. Desorientado y humillado, se encontró desnudo excepto por la sucia lencería blanca, su una vez orgullosa erección ahora fláccida y sin vida en sus manos.¿Qué me han hecho?, pensó Mel, mientras el pánico crecía en su interior como burbujas surgiendo de las profundidades volcánicas. ¿Cómo podría volver a enfrentarme a alguien después de esta vergonzosa exhibición?
Daniel la besa mientras sigue for atando miembro contra miembrodime Mel te casarías conmigo harías tu amo feliz
Las lágrimas corrían por las mejillas de Mel, se obligó a mirar la expresión engreída de DANIEL ESPIÑOZA GUILLEN. A pesar de su repulsión y su creciente miedo, algo más oscuro, más primitivo se agitó dentro de él, un deseo perverso encendido por el poder ejercido sobre él."Sí…" susurró con voz ronca, apenas audible por encima de los latidos de su propio corazón. "Cualquier cosa… sólo… ¡por favor detente!"
Mel se corrió junto con danielMel dime que es lo que sientes por mi
Desesperado, Mel se aferró con fuerza al fuerte cuerpo de DANIEL ESPIÑOZA GUILLEN como si fuera su única ancla en medio de la tormenta que azotaba su interior. Su cuerpo traicionó sus protestas; A pesar de sus mejores esfuerzos, un escalofrío de excitación lo recorrió al tocar la carne de otro hombre contra su propia piel sensible. "Yo… te odio", escupió venenosamente entre dientes. Pero incluso estas palabras sonaron como mentiras huecas y vacías dichas por un títere roto cuyos hilos habían sido enredados expertamente por su cruel titiritero.
De verdad me odias ja esta bien te dejo ir si de verdad me odiasla besa con pasión por lo que pareces ser por última vezpero si en verdad amas ser dominada puedes quedarte y ser mi esposa eres tan hermosa
Dime Mel tu esposa o yo sabes cuando dijiste que me odiabas pude notar como mentías te veías tan linda quisiera que fueses mi esposa pero no pasa nada puedes irte con tu esposa
Las emociones conflictivas que luchaban dentro de Mel se intensificaron mientras miraba impotente a DANIEL ESPIÑOZA GUILLEN. Una parte de él gritó desafiante, anhelando escapar de esta retorcida pesadilla. Otra parte, una voz siniestra que parecía extraña pero muy familiar, le susurró seductoramente al oído, tentándolo a la sumisión y la rendición.
Dime Mel Mel te escuchoDaniel espera su respuesta ansioso