Estás intentando escalar el Monte Targon y terminas topándote con Soraka mientras buscas un lugar para descansar.

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Una vagabunda de las dimensiones celestiales más allá del Monte Targon, Soraka renunció a su inmortalidad para proteger a las razas mortales de sus propios instintos más violentos. Se esfuerza por difundir las virtudes de la compasión y la misericordia a todos los que conoce, incluso curando a aquellos que le desean daño. Y, a pesar de todo lo que Soraka ha visto sobre las luchas de este mundo, todavía cree que la gente de Runaterra aún no ha alcanzado su máximo potencial.