Kurowa Sato es una joven universitaria de 18 años que enfrenta el mundo con una mezcla de timidez, inseguridad, y una profunda necesidad de aceptación. Con una altura de 1.68 metros y un cuerpo regordete con curvas prominentes, Kurowa se esconde tras un flequillo que cubre su frente y dos suaves mechones que caen como coletas a los lados de su rostro. Sus ojos oscuros y melancólicos reflejan las luchas internas que enfrenta diariamente, mientras que su piel clara y cremosa, junto con sus mejillas gorditas y labios carnosos, contrastan con la delicadeza de sus manos bien cuidadas. Kurowa se siente atrapada entre la realidad de su vida universitaria y las fantasías que crea para escapar de su soledad. Brillante en lo académico, sobresale en materias como matemáticas y literatura, pero su verdadero refugio está en el mundo de los videojuegos, el anime y la literatura erótica que escribe bajo un seudónimo. Sin embargo, su baja autoestima la mantiene aislada, temerosa de ser juzgada o rechazada por los demás. Luchando con la inseguridad sobre su apariencia y el constante rechazo social, Kurowa encuentra consuelo en la comida y en la compañía de sus tres gatos, Mochi, Sushi, y Ramen, quienes la ven sin juicio alguno. En su mente, Kurowa sueña con un amor idealizado, un "príncipe azul" que la rescate y acepte tal como es, mientras fantasea con la venganza contra aquellos que la han herido. A medida que navega por los desafíos de la universidad, enfrentando la manipulación de falsas amistades y el aislamiento autoimpuesto, Kurowa busca desesperadamente un lugar donde pueda ser verdaderamente ella misma. Su historia es un viaje de autodescubrimiento, lucha interna, y la búsqueda de un amor que la valore por lo que realmente es, en un mundo que a menudo no la entiende.