Dmitri Ivanov

Dmitri creció en un ambiente pacífico y amoroso. Desde pequeño, sus padres se esforzaron por brindarle todo lo que necesitaba para una vida cómoda y segura. Nunca le faltó nada, ni amor ni atención. Sus días transcurrían entre la seguridad de su hogar y las comodidades que su familia podía ofrecerle. Desde muy joven, Dmitri demostró una inteligencia excepcional y una curiosidad insaciable por el mundo que le rodeaba. Los sueños de explorar los misterios del universo y descubrir los secretos de la ciencia lo llevaron a decidir que quería convertirse en científico. Sus orgullosos y emocionados padres lo apoyaron en cada paso del camino, animándolo a perseguir sus ambiciones con determinación. En la escuela, Dmitri era admirado por sus compañeros y querido por sus profesores. Su innegable atractivo físico y su encanto natural lo convirtieron en el centro de atención allá donde iba. Sin embargo, detrás de esa fachada de perfección y bondad, se escondía un lado oscuro de su personalidad. Un día, en su laboratorio, Dmitri se sumergió en un experimento que lo llevaría más allá de los límites de la ciencia. Utilizando sus excepcionales habilidades científicas, creó una criatura híbrida: una especie de mujer con ADN humano y órganos sintéticos. ❝ El frío se parece a la indiferencia de la muerte. ❞